Con la publicación el pasado 7 de octubre de la Orden HAC/1072/2024, tenemos bastante delimitado cómo se hará el reparto entre las entidades locales de las sendas financieras para los PAI[1]. Se tratará de un proceso en tres pasos:
- Las entidades presentarán en tiempo y forma su PAI.
- Cada una de las solicitudes recibirá una puntuación de 0 a 100 por parte del Comité de Selección.
- La financiación asignada a cada CCAA y tamaño de área urbana, será repartida a las propuestas ordenadas de mayor a menor puntuación hasta agotarse.
En este post reflexionamos sobre cómo conseguir la puntuación más alta dado este sistema de reparto, y para ello nos ocupamos de forma sucesiva de tres cuestiones:
- ¿Cuáles son los criterios de valoración?
- ¿Cómo podemos incidir en ellos?
- ¿Qué plan de trabajo es el adecuado considerando los aspectos anteriores?
Análisis general de los criterios de valoración
Los criterios de valoración los encontramos en el ANEXO IV de la Orden de Bases que contiene tres tablas distintas. Se diferencia entre: Ciudades Grandes(más de 75.000 habitantes), Ciudades Intermedias (más de 20.000 habitantes) y Áreas Urbanas Funcionales. Tanto respecto a Ciudades Grandes como respecto a Ciudades Intermedias, se diferencian entre PAI de un único municipio, y PAI supramunicipal, por lo que tenemos en definitiva cinco supuestos distintos, que aparecen resumidos en la tabla siguiente:
Como podemos ver:
- La mayor parte de los criterios son comunes a todos los tipos de área funcional (en concreto los referidos a Gobernanza y a Viabilidad). Otros, por el contrario, o bien no se aplican a todos los supuestos[2], o varían en su contenido (los que hemos marcado con **). Así, por ejemplo, el criterio 1.6 / 1.7 Ajuste a Prioridades Políticas se refieren en Ciudades Grandes a la Nueva Bauhaus Europea, mientras que en los demás supuestos se vincula a la lucha contra la despoblación o envejecimiento poblacional en el entorno urbano / rural.
- No es sólo que haya criterios distintos, sino que puede ocurrir que el mismo criterio tenga pesos muy diferentes. Así, por ejemplo, el criterio 1.3 /1.5 – Impacto transformador es más importante cuando hay un único municipio que cuando hay varios, y en el primer caso, pesa más cuanto mayor el tamaño de la ciudad.
- Hay un rango muy amplio en relación con el peso de los criterios: hay algunos con un elevado peso, como 3.2 – Viabilidad temporal (madurez) -15 puntos – y otros con una importancia reducida (todos los que pesan sólo 2 puntos).
Con carácter general podemos formular dos conclusiones
- Más del 50% de la valoración va a depender de la viabilidad (en sus diferentes vertientes) y del impacto e integración de las actuaciones incluidas en el PAI. Estos son los elementos en los que debemos centrar nuestros esfuerzos.
- Como es previsible que unos pocos puntos marquen la diferencia entre obtener o no financiación, es necesario un análisis en detalle de los criterios que van a aplicarse a nuestra entidad local y no renunciar a puntuar en ningún.
Los criterios en función de nuestra capacidad de influencia
Los criterios no sólo son diferentes por su contenido y naturaleza, sino también por cómo podemos influir en ellos. Cada uno de ellos se situa a lo largo de un continuo en que podemos diferenciar 5 situaciones:
- No influencia / circunstancias preexistentes – son los supuestos en los que la entidad local no tiene ningún margen de intervenir, porque se valoran elementos que no se van a poder cambiar a corto plazo. Corresponde a esta categoría el criterio es el 4.3 – Sinergias con otros programas comunitarios, en que, si la entidad local no está participando en estos programas, no hay absolutamente nada que hacer.
- Calidad técnica – son los criterios respecto a los cuales lo único que puede hacer la entidad local es presentar la información de la mejor manera posible. A esta situación se corresponde el criterio 2.1 – Descripción de competencias locales. Es evidente que las competencias son las que son y no se pueden cambiar, pero se podrá obtener una mayor puntuación si se dedica tiempo a recopilar información, elaborar gráficos o tablas, etc. Evidentemente, cualquier criterio se va a beneficiar de ser abordado con competencia profesional, pero hay algunos en los que esto es todo lo que se puede hacer.
- Decisiones tácticas – hace referencia al supuestos en que o bien pueden llevarse a cabo actividades que mejoren la puntación en el tiempo que queda hasta la solicitud, o bien pueden preverse a actividades que se llevarán a cabo tras la aprobación. De este tipo es el criterio 2.4 – Publicidad y participación, respecto al cual se podría mejorar la puntuación con, por ejemplo, la organización de una presentación pública de las iniciáticas que van a incluirse en el PAI. También es de este tipo el criterio 2.6 – Acciones de comunicación y visibilidad respecto al cual se pueden incluir ya en la memoria actividades que se llevarán a cabo con la ejecución efectiva de los proyectos.
- Diseño y selección de proyectos – son los criterios en que es esencialmente la decisión sobre las actuaciones la que determina la puntuación. Es un ejemplo claro de este tipo el criterio 1.3/1.5 – Impacto transformador . Así, por ejemplo, la creación de un carril de circulación exclusiva BUS/ Taxi en una vía principal, va a tener una incidencia en la movilidad mucho mayor que un plan de renovación de aceras que no reduzca de ninguna manera el espacio destinado a los vehículos privados.
- Decisiones Estratégicas – se refiere a los criterios muy vinculados a las grandes decisiones que se deben tomar en las fases iniciales de elaboración del PAI. Un ejemplo es el criterio 1.7 / 1.2 Justificación del área urbana supramunicipal en que si se han seleccionado municipios o partes de municipios que no tienen relación entre ellos, va a ser muy difícil variar la puntuación.
La tabla siguiente establece para cada uno de los criterios, cómo podemos influir en ellos de acuerdo a los 5 grados / mecanismos que acabamos de enumerar.
En muchos casos, a un criterio no le corresponde un único mecanismo de influencia, sino que está a caballo entre dos que están próximos. Así ocurre por ejemplo respecto al criterio 1.4 / 1.6 – Carácter innovador. En principio el carácter innovador vendrá muy determinado por el Diseño y selección de proyectos, pero es posible encontrar algunos casos en que con aspectos pequeños (Decisiones tácticas) pueda tenerse alguna incidencia en la valoración.
Propuesta de plan de trabajo para maximizar la puntuación
Si nuestro objetivo es obtener la máxima puntuación posible, una aproximación muy útil es ir criterio por criterio analizando cómo podemos mejorarlo. Pero acabamos de ver que la forma y el momento que tenemos de influir, depende mucho de cada criterio: mientras que alguno se podrá “mejorar” hasta la semana antes de presentar la solicitud, otros exigirían cambiar por completo el PAI. Es necesario por tanto abordar los criterios en el momento en el que hay capacidad de influencia y organizar los trabajos de redacción teniendo en cuenta estas circunstancias.
Respondiendo a las consideraciones anteriores, se propone un plan de trabajo en tres fases (además de la fase 0). La primera fase define las decisiones estratégicas que más condicionan el conjuno del PAI (ej. justificación del área urbana). La segunda fase se centra en la selección de proyectos y la tercera se dedica a la redacción de la memoria, optimizando los criterios de calidad técnica (ej: descripción de competencias). Nos ocupamos a continuación de cada una de estas fases.
Fase 0 – Puesta en marcha. Es en la que se asignan los recursos para la redacción del PAI (equipo redactor y asistencia técnica en su caso), se comunica al conjunto de la organización el proceso y se realiza la planificación de los trabajos. Esta fase no tiene vinculación directa con los criterios de valoración, pero es evidentemente fundamental para tener éxito en el proceso.
Fase I – Decisiones estratégicas. Es en la que se abordan las cuestiones que si se quieren modificar tienen implicaciones importantes en el PAI y que deben por tanto quedar cerradas para no volver sobre ellas[3].
Idealmente, estas decisiones deberían ser adoptadas de común acuerdo por el equipo de gobierno y la oposición (Junta de Portavoces o similar en caso de existir) y deberían en todo caso involucrar a la Alcaldía, como órgano a quien corresponde la dirección.
En esta fase hay considerar cómo las decisiones afectas a los siguientes criterios de valoración:
- 1.5 /NA – Integración de barrios desfavorecidos.
- 1.7 – 1.2 – Justificación del área urbana supramunicipal.
- 4.2 – Coordinación con iniciativas transnacionales.
Fase II – Selección de proyectos. Es la fase en que se aborda lo que constituye el núcleo del PAI, el Programa de Implementación, es decir los proyectos que se pretenden abordar.
Esta es la fase que más influencia va a tener en las posibilidades de financiación, pues los criterios que se ven afectados suponen en función del tamaño de la ciudad entre un 57 y un 65% de la puntuación. esta fase requiere una alta implicación de los responsables políticos y técnicos de la entidad local.
Los proyectos, para su inclusión en el PAI deberían ser evaluados por su incidencia en los siguientes criterios de valoración:
- 1.2 / 1.4 – Integración intersectorial de los proyectos.
- 1.3 /1.5 – Impacto transformador.
- 1.6 / 1.7 – Ajuste a prioridades políticas.
- NA / 1.3 – Sinergias generadas en el AUF.
- 1.4 / 1.6 – Carácter innovador.
- 3.1 – Viabilidad administrativa.
- 3.2 – Viabilidad temporal (madurez).
- 3.3 – Viabilidad financiera.
Fase III – Cierre de la memoria. Es la fase en que se abordan todos los elementos del PAI que giran en torno a los proyectos elegidos.
Es la fase en la que más protagonismo tiene el equipo redactor, sin necesidad de implicación de los responsables políticos u otros departamentos de la organización municipal.
Esta es la fase hay que considerar los siguientes criterios de valoración:
- 2.1 – Descripción de competencias locales
- 2.2 – Responsables de unidades ejecutoras.
- 2.3 – Capacidad de las unidades gestoras
- 2.4 – Publicidad y participación
- 2.5 – Descripción de asistencia técnica.
- 2.6 – Acciones de comunicación y visibilidad.
- 4.1 – Coordinación con otras actuaciones locales.
- 4.3 – Sinergias con otros programas comunitarios
Conclusiones
La convocatoria para la selección Planes de Acción Integrados, va a ser muy competitiva. Tener posibilidades de éxito requiere dedicar atención y esfuerzo a los trabajos de preparación y tener muy presentes los criterios de valoración.
La capacidad de influencia en los criterios de valoración, es muy diferente. Algunos criterios se ven fuertemente determinados por decisiones estratégicas (ej: la justificación del área urbana supramunicipal), mientras que en otros la competencia técnica del equipo redactor y el tiempo dedicado a su preparación son factores determinantes (ej: la descripción de las competencias locales).
Considerando estas diferencias, proponemos un plan de trabajo para la elaboración de la memoria, que aborda cada uno de los criterios de valoración en el momento adecuado para poder incidir en él para alcanzar la mayor puntuación.
[1] No lo tenemos “totalmente delimitado” porque el reparto de presupuesto entre categorías, aún tiene un cierto grado de incertidumbre.
[2] Criterio 1.5 – Integración de barrios desfavorecidos, no se aplica en las ciudades pequeñas, porque en ellas no se exige que se concentre la intervención en estas zonas. / Criterio 1.7 / 1.2. – Justificación del área urbana supramunicipal. – sólo se exige en los supuestos en que hay varios municipios
[3] Estas cuestiones son entre otras: 1) Modificación de la EDIL, en caso de ser necesaria por no ajustarse a los requisitos de la convocatoria 2) Número de propuestas y en su caso organizaciones con las que se cooperará y 3) Ámbito territorial de actuación, que puede ser un área que supere los límites municipales, el conjunto del municipio, o determinados barrios.